Semana: 30
ÉTICA Y VALORES HUMANOS: GRADOS: 501Tema: Acciones que posibilitan la realización personal
1. EL RESPETO DESDE LA FAMILIA
La familia es el primer escenario de aprendizaje, ofrece cuidado, protección, asegura la subsistencia y contribuye a la socialización en relación a los valores aceptados socialmente. La familia constituye el primer eslabón en el compromiso de educar en valores, los niños, niñas aprenden continuamente de sus padres y madres, pero no sólo de lo que les transmiten sino también de lo que ven día a día, de sus comportamientos y maneras de proceder.
La familia es transmisora de valores, ideología y cultura, aportando un sistema de creencias y convicciones. Un ejemplo de familia que se responsabiliza en la educación en valores es la familia democrática que constituye la base de la responsabilidad.
El respeto en la familia implica la práctica de valores constructivos en el hogar, lo que se traduce en la generación de un núcleo sólido que dará herramientas a las personas para relacionarse de forma positiva y solidaria con su entorno.
Es necesaria una labor de enseñanza consciente y comprometida por parte de los padres, para así poder garantizar que se está fomentando el respeto. Por ejemplo, es parte de este compromiso ser conscientes de que se ofrece y se exige respeto, no dejar pasar señales de irrespeto y, si fuese necesario, enfrentar las dificultades que surjan.
2. EL RESPETO EN LA
ESCUELA
El
respeto, en su etimología, derivado del latín “respectus” significa ver de
nuevo; tratar al otro en consideración a su dignidad humana, y en su caso,
respetando jerarquías, por ejemplo cuando el alumno se dirige a un maestro o
personal directivo. Como respeto a la institución escolar se deben aceptar las
reglas impuestas; y en cuanto a la planta física, respetarlo significa cuidar las
instalaciones, usándolas de acuerdo a sus fines (no escribir los escritorios ni
las paredes, no tirar basura o papeles al piso y no dañar las instalaciones en
general).
El
respeto en las aulas es completamente esencial para formar individuos que sepan respetar al resto de personas en un futuro. las aulas son un microcosmos. Todo sucede en ellas. Así, en
este mundo paralelo, es necesario que los docentes enseñen a los niños y
adolescentes que el respeto es la base de una buena convivencia.
Algo que les será de muchísima utilidad en el futuro.
Cuando
respetamos a alguien estamos demostrando que vemos a esa persona tan
valiosa o más que nosotros. Por tanto, este respeto crea relaciones positivas
con un trato digno; y es que respetar a alguien implica tratarlo con dignidad.
Es necesario respetar todas las opiniones dentro del aula. Así, los niños y niñas se darán cuenta de que no todo el mundo debe pensar como nosotros mismos, y que no por ello esto es malo. La diferencia de opiniones puede ser, en muchos aspectos y momentos, enriquecedora para todos.
3. EL RESPETO EN LA SOCIEDAD
Llevar a cabo hoy en día la educación en valores es una tarea colectiva, por una parte de las instituciones educativas, pero también de las familias y los propios alumnos y alumnas, el problema de educar en valores hoy no concierne sólo a los educadores y a las familias, porque el objetivo de crear ciudadanos activos y participativos es una meta de todos los agentes implicados, ya que debemos crear esfuerzos colectivos y complementarios en beneficio de una sociedad mejor.
Conocer el valor propio y honrar el
valor de los demás, es la verdadera manera de ganar respeto en la sociedad.
Respeto, es el reconocimiento del valor inherente y los derechos innatos de los
individuos y de la sociedad. Estos deben ser reconocidos como el foco central
para lograr que las personas se comprometan con un propósito más elevado en la
vida".
El respeto comienza en la propia persona, en el propio individuo. El estado
original del respeto está basado en el reconocimiento del propio ser como una
entidad única, una fuerza vital interior, un ser espiritual.