Semana: 32
ÉTICA Y VALORES HUMANOS: GRADOS: 501Tema: EL PODER Y EL DIÁLOGO
EL DIALOGO:
El diálogo significa el establecimiento
de una «comunicación o conversación alternativa con el otro». El concepto
es muy antiguo y conservamos testimonio de ello, por lo menos, desde los
pensadores de la Grecia antigua.
Innumerables han sido los estudiosos que
han utilizado este término para ilustrar las diferentes bondades que se derivan
de su práctica. Cabe señalar que el diálogo se ha desarrollado en una
multiplicidad de ámbitos de la vida social como, por ejemplo, el religioso, el
cultural o el político.
Esto acontece sobre todo cuando las
tensiones que surgen de la convivencia humana han hecho necesaria la búsqueda
de soluciones que permitan superar los problemas. Por lo tanto, remover los
obstáculos para el entendimiento ha sido una de las más altas aspiraciones del
diálogo en todas las épocas. En efecto, a lo largo de la historia de las
instituciones y de las doctrinas políticas se ha planteado, de modo recurrente,
una serie de dilemas en relación con la convivencia y la búsqueda de soluciones
satisfactorias.
en cuyo marco la concepción sobre el
diálogo se perfecciona y aparece como un método racional para la solución de
las controversias, que tiene por fundamento la tolerancia.
EL PODER:
Es la capacidad de un individuo, para influir en el comportamiento de otras personas u organizaciones sociales. El término “autoridad" se usa a menudo para designar al poder cuando es percibido como legítimo.
El poder puede ser considerado injusto. Este tipo de ejercicio del poder es
históricamente endémico entre
los humanos; sin embargo, como seres sociales, los seres humanos también pueden
ejercer el poder con objetivos humanísticos que ayudarán y empoderarán a
otros (p. ej. la Fundación Gates trabajando en la erradicación de la
poliomielitis). En general, como se perciben la existencia y el uso del poder
se deriva de los factores de interdependencia entre dos entidades y el entorno.
En los negocios, el objetivo del poder es el logro
y, como tal, se puede considerar que si es justo será un juego de suma cero.
El poder se puede expresar tanto
"hacia arriba" como "hacia abajo". Con poder descendente,
el directivo de una empresa influye en los subordinados para alcanzar los
objetivos organizacionales. Pero cuando en una empresa se ejerce un poder
ascendente, son los subordinados quienes influyen en las decisiones de sus
líderes.
El uso del poder no implica
necesariamente la fuerza o la amenaza de la fuerza (coerción). Un ejemplo de uso del poder sin
coerción es el concepto "poder blando", en comparación con el poder duro.
Gran parte del reciente debate sociológico sobre el poder gira en torno a
la cuestión del poder como un medio para hacer posibles las acciones sociales tanto
como puede restringirlas o prevenirlas. En este sentido el filósofo Michel Foucault vio el poder como una expresión estructural de "una situación
estratégica compleja en un entorno social dado", que requiere
restricción y habilitación.