SEMANA: 36
5° EDUCACIÓN ARTÍSTICA GRADOS: 501-502-503TEORÍA
DANZAS DE LA REGIÓN ATLÁNTICA,
VESTUARIO, CULTURA, ALIMENTOS:
Cumbia:
Su procedencia es africana. Con la transculturización se convirtió en la
expresión más representativa de la cultura afrocolombiana. Es un baile de la
costa atlántica que pudo tener su origen en Cartagena, Plato, Mompos y Ciénaga
también reclaman sus derechos. Es un baile ancestral donde nuestros
abuelos los bailaban en sitios abiertos ya sea en la calle, la playa o en las
plazas invitando a los tamborileros y formando su jolgorio los tamborileros se
hacían en el centro y ellos bailaban alrededor en honor al enamoramiento de la
mujer. Es un baile de pareja suelta y de movimiento libre en forma circular. En
la cumbia la mujer tiene su movimiento de cadera redondo y muy diferente al del
hombre.
El porro y sus variedades: la gaita o porro palitiao y la puya o porro tapao:
Otros de los aires Folklóricos de la costa Atlántica colombiana es el porro, un
baile originalmente danzado por los negros esclavos en torno de los tambores de
forma troncada monomembranofana llamados “porros”.
El porro antiguo parece que se tocaba en la costa atlántica con instrumentos
indígenas complementada con el ritmo que hacia un coro a través de las palmas
de las manos, repitiendo estribillos convencionales. Claro está que el porro
moderno recibe el aporte foráneo del instrumental metálico que es el que se
baile principalmente en los departamentos de Córdoba y Bolívar.
El bullerengue:
Otras de las variedades de la cumbia es el bullerengue, de ritmo acelerado.
Este aire folklórico se adorna con agitados ademanes, expresivos de carácter de
fecundidad femenina y termina en gran torbellino de cruces de parejas en
cuadrillas o filas de hombres enfrentados. A veces se acompaña de coplas. Entre
los tipos de bullerengues está el de iniciación y el sentao.
El vallenato:
Llamado generalmente “paseo” o “son” vallenato, es otro de los aires costeños
más generalizado en Colombia y en especial en la costa atlántica y en especial
en la costa atlántica. Es un aire musical de Valledupar y en general del
departamento de Magdalena, relacionado en sus orígenes estructurales con los
pueblos aborígenes Chimilas, kogis y demás de la región, que fueron
desapareciendo en los duros trabajos de las minas, en las fatigas de los caminos
que servían como cargueros y en la brega de los ríos.
El merengue:
Danza tropical de Magdalena y en especial de la zona rural ubicada entre la
sierra de los mutilones y de la margen derecha. Es típico de la republica
Dominicana, pues es uno de los bailes nacionales; parece que su nombre se
deriva del francés (meringue) o melindre que significa dulce de clara de huevo
y azúcar, cocida al horno. El merengue magdalenense es por consiguiente una
adaptación del merengue dominicano, introducido según parece desde Haití.
El merengue se ejecuta con acordeón y un tambor hecho de troco de árboles y
parche de cuero de chivo, que los naturales llaman caja además con maracas y
guacharacas.
El mapale
Es una danza al parecer traída por los africanos, esta danza es de
movimiento frenético y erótico con base al salto, caída, contorsiones,
zarandeo, arrastrada, encuentros fijos entre el hombre y la mujer; cada pareja
trata de hacer algo diferente en su propio estilo con el fin de seducir su
pareja. La mujer tiene un movimiento diferente al hombre más excitante y
erótica. Este ritmo es arraigado en Colombia debido a la transculturización. En
cuanto a su nombre cuanta la historia que un hombre pescaba en la playa y saco
un pez que al ponerlo a la orilla se movía, se contorsionaba con movimiento
rápido. Debido al pez, se le dio el nombre Mapale especie de pez marino.
Danza del garabato
Es una danza o comparsa que tiene como personaje principal la Muerte. Es una
especie de danza macabra en la que se dramatiza la lucha entre la vida y la
muerte, esta danza es de la costa norte, en especial de Barranquilla. La vida
es interpretada por el hombre, que armado con machete trata de defender a su
gente de la muerte.
Traje de la mujer costeña
Por Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, puertos y
capitales de las provincias del norte, llegaba y salía toda la mercancía que se
renegociaba con el Viejo Mundo. A finales del siglo XVIII, se exportaban
cantidades considerables de algodón del reino, que en muchas oportunidades era
devuelto convertido en bellos materiales de altísimos precios. En el lapso
comprendido entre 1848 y el 1850 llegaron a la Nueva Granada más de 15 millones
de yardas de diferentes telas que fueron invadiendo los mercados, deteriorando
así la producción de lienzos nativos.
El traje corriente de la mujer costeña en general, tenía características simples y semejantes a muchos de los trajes que se observan en otras regiones e islas del Caribe. Sus vestidos se confeccionaban en ocota, tafetán doblete o coleta de color único o estampadas, pero siempre en colores fuertes, preferiblemente rojo, con vivos contrastantes aplicados al borde de las fanales que remataban las faldas o polleras y las blusas. Estas últimas conservaban la forma de camisola de corte primario, muy suelto y escotado.
Traje del pescador costeño
Para el hombre costeño el oficio principal siempre fue
la pesca, no solamente en las aguas del Caribe, sino en los ríos San Jorge,
Sinú, Cauca y Magdalena entre otros. Usaban camisas de pecheras y de mangas
largas, guayaberas o cotonas al estilo “borong tagalog” de las Filipinas.
El traje consistía en un pantalón de diagonal de
algodón blanco recogido atrás en la cintura. Las chupas o camisas iban sueltas
y largas sobre el pantalón, apuntadas al frente con pecheras de alforzas,
cuello mandarín y mangas largas de puño cerrado.
Llevaban machete, mochila de colores y pañuelo al
cuello. El sombrero vueltiao o corrosca de 15, 18 o 21 vueltas, se fabricaba y
se fabrica aún con hojas de flecha en tres tonos.
La cultura de la Región Caribe nace de la convergencia de las culturas indígenas con la europea y la africana a la llegada de los españoles a América. A partir del siglo XIX, a través de los inmigrantes que se asientan en la ciudad se hacen presentes los aportes de culturas como la árabe, la judía, la estadounidense, la alemana, la francesa y la italiana.
Durante todo el año, se desarrollan en la ciudad actividades culturales, cuya muestra más representativa es el Carnaval de Barranquilla, una de las fiestas populares más célebres de Colombia.
Barranquilla ha producido varios escritores destacados, desde fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, coincidiendo con la época de oro de la ciudad. Entre los más importantes se puede mencionar a Amira de la Rosa, poetisa y dramaturga, autora de la letra del himno de Barranquilla; Meira Delmar, reconocida poetisa de origen libanés; Álvaro Cepeda Samudio, escritor, cuentista y periodista; el poeta Miguel Rasch Isla; José Félix Fuenmayor, poeta y novelista; Leopoldo de la Rosa, poeta; Abraham Zacarías López-Penha, novelista de origen judío-sefardita; y las también novelistas Fanny Buitrago y Marvel Luz Moreno.
A mediados del siglo XX se formó el mítico Grupo de Barranquilla, el cual aglutinó a una serie de escritores e intelectuales que años después ganarían fama universal, como el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien cursó su bachillerato en el colegio jesuita de San José y siempre ha expresado que se formó como escritor en Barranquilla.
La comida
del departamento del Atlántico es rica, variada y se reconoce en todo el país
por su despliegue de sabores.
Entre
los platos típicos se encuentran: sancocho de bocachico, arroz con lisa, arroz
con mariscos, sancocho de mondongo, arepa con huevo, sancocho de guandú,
sancocho de costilla, carne en posta, plátano pícaro, pescado en cabrito,
mojarra frita, sancocho de sábalo con leche de coco, arroz con coco, pasteles,
arroz apastelao, sancocho trifásico, mazamorra de maíz, bollo de yuca, bollo de
plátano, bollo de mazorca, tajadas de plátano fritas, guineo verde cocido con
queso, arepa de yuca, carimañolas, butifarras, bollo limpio, chicha de millo,
entre otros.